Después de cortarlo y elegir las partes, empecé a tornear lo que sería el mango, para luego poder realizar la hoja y la virola (en plata 925).
Ahora, en las siguientes fotos, mostraré la hoja que acabaría siendo la definitiva para encabar en el mango.
Una vez obtenidas las dos partes (mango y hoja), tenía que realizar la virola de plata dónde quedará todo en armonía. Después de pensar en los adornos que podría hacerle a la virola, me decanté por dejarlo liso puesto que no quería quitarle protagonismo al cuerno de ciervo.
No se me podía olvidar el soporte dónde irá alojado el abrecartas, así que con una base de madera y la roseta del cuerno de ciervo hice un sencillo pero bonito soporte.
Y para no ser muy pesado, os muestro el acabado final...
Ese lo podréis ver aquí y, por supuesto, en nuestra tienda.
Un trabajo impecable y con un gusto exquisito. Enhorabuena.
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